Bitácora de Alvex

De los grandes preguntas que en el mundo han sido (¿de dónde somos? ¿a dónde vamos? ¿estamos solos en el universo?) hoy en el Alcampo se me planteó la mayor de todas: ¿quién demonios necesita un sujetador reductor de la talla 70?

Dos niños pequeños, con su padre:
- ¡Papá, papá, quiero estrellitas! ( un aperitivo de maíz)
- ¡Yo también quiero escherlli..., esquell..., estrrrril... Yo también quiero uno de esos!!!

Desde el posti anterior me estoy volviendo loca, así que acudo a ustedes, los que sean de mi generación: ¿alguien se acuerda de la frase "el mar, idiota, el mar"? Recuerdo vagamente a Miliki vestido de obrero y la frase, pero nada más. Si alguien fuera tan amable de localizarme ese fragmento, le nombraría Tranquilizador Oficial de las Inquietudes Alvexianas, título muy considerado que le abrirá las puertas del mundo.Espero impaciente su ayuda.

Una madre de paseo a niño lloroso:
"Si no aprendes a convivir con nosotros, la próxima vez te dejamos con la abuela"
Citando a los clásicos, los payasos de la tele, no hay nada más lindo que la familia unida.

Sé lo que hay. Me doy cuenta. Aunque soy lenta, al final lo entiendo. Pero así es la vida, qué le vamos a hacer.

Perdonenme la inmodestia, pero en este último año he sido tan polifacética que creo que me lo merezco: he ejercido de guía turístico, jefe de negociado de la oficina municipal, gestora administrativa, abogada, prestamista, mecenas, idiota oficial del barrio, consignataria, transportista, psicóloga de guardia, árbitro de pressing catch, portera de fútbol, recogepelotas, empleada del servicio de limpieza, escribana, y otros muchos oficios. Y hoy además, de enfermera: me ha venido un señor para que le ponga unas gotas en los ojos. Por si alguien no lo sabe, vendo prensa, chucherías, regalos, libros, papelería, souvenirs...pero estoy para lo que ustedes gusten mandar.