Bitácora de Alvex

Dos conversaciones de esta mañana:

(...)
"- Necsitou un crayola
- ¿Un lápiz? Aquí tiene
- Usted entiendeu muy bien mi español americanou
- No, se le entiende perfectamente, habla usted muy bien
- Usted miente muy bonitou..."

(...)

"- Hola, buenos días, me llevo el periódico. Es que si el rey no lee, no me quedo tranquila
- ah..., claro
- Estoy haciendo un hermoso castillo, ¿sabía usted?
- ah..., qué bien
- Huy, tiene películas de Cantinflas, qué lástima que no tenga dinero. No tengo dinero porque estoy haciendo un hermoso castillo.
- ...
- Qué gran artista era Cantinflas, ¿verdad? ¿Le he dicho ya que estoy haciendo un hermoso castillo?"

Permitanme que les cuente un sueño que he tenido esta noche, mientras lo recuerde. Yo estaba en ¿Londres? y por alguna circunstancia no muy clara me desgajé de un grupo que al parecer me acompañaba. Así que ahí me ven, sola y desamparada en un país extranjero, y en un arranque de decisión muy impropio de mí alquilo un coche, aparentemente normal. Y digo esto porque, como sabrán, En Inglaterra los automóviles tienen el volante a la derecha porque tienen la curiosa manía de conducir por la izquierda,algo de lo que me di cuenta en el sueño porque casi provoco un accidente. La siguiente escena que recuerdo es que el coche lo dejo en una cuneta y aparezco en un pasillo, siguiendo a un par de jóvenes que no paraban de reírse, y llego a una sala en obras, abrimos una puerta y aparecemos en una habitación, algo así como un altillo, con el suelo lleno de libros y una cama. Una señora me da indicaciones, como si yo hubiese alquilado la habitación, y me deja un práctico neceser compuesto de un pañal desechable, una toalla cuidadosamente doblada y algún objeto más.La mujer se va, y yo me pongo a ver la televisión, o a jugar un videojuego (?!) y aparece un matrimonio de mediana edad, y mientras la mujer permanece de pie junto al televisor, el marido se acerca a mí, y, en actitud muy cariñosa, como si me conociese de toda la vida, me explica que es lo mejor me pueden ofrecer, porque no los había avisado con tiempo; todas las conversaciones se desarrollaron en perfecto español, of course. Y hasta aquí puedo leer, porque en ese momento sonó el despertador dejándome con una serie de preguntas, por ejemplo ¿me pondría el pañal para domir?

Ayer pasé unos momentos complicados cuando traté de cerrar la puerta del coche con un brazo estando el otro (tengo dos, por si se lo preguntan)todavía dentro del habitáculo; en el último momento un rapto de lucidez me hizo sacarlo, cuando ya la puerta rozaba mi piel. Sólo por pasar ratitos como esos merece la pena andar en mis zapatos, ¿no les parece?

De paseo por la red me he encontrado esta canción, que ustedes seguramente están hartos de oír pero a mí me gusta, a saber por qué.

Les pongo en situación: 3 jovencitas ruidosas entran en la tienda y llenan una bolsa de gominolas. Las peso, les digo el precio, y una de ellas, que al parecer acababa de llegar de sus vacaciones,comenta a voces: jo, mira, esta bolsa allí costaría el doble, por lo menos 3 euros (aquí costaban 1,20 euros). Y una de ellas les dice, muy seria: claro, es que ellos viven de eso
Naturalmente, como ustedes supondrán, yo trabajo por el puro placer de aguantar a criaturas tan adorables como ellas.