Adiós, carnaval, adiós

Un año más he conseguido pasar por los carnavales casi sin enterarme, bueno, excepto por lo de la comida (aclaración: en Galicia es típico comer por estas fechas unos platos especiales, lacón con grelos, orejas y filloas), así que no he pasado frío vestida de abeja Maya, no he sufrido empujones y burlas de bandadas de maleantes disfrazados de bailarinas y sobre todo no he oído a Georgie Dann cantando la insoportable "Carnaval, Carnaval, Carnaval te quiero", aunque sí he tenido que padecer las hordas de niñatos vestidos de mono (mono de obrero, no mono animal) tirando petardos a todas horas. Así que adiós a don Carnal, y bienvenida doña Cuaresma, que se ajusta más a mi carácter ya un poco agrio.

Por cierto, estos simpáticos viejecitos son en realidad muñecos: soy muy miope y bastante estúpida, así que no me di cuenta de que no eran de verdad hasta que estuve a su lado;les saqué esta foto con el móvil e inmediatamente después tropecé con un escalón y me caí ¿no les había dicho ya que era miope y estúpida?

Momentitos culturales 7: sí, la TV también es cultura

Hay clásicos imprescindibles que necesariamente hay que conocer para entender la evolución de la civilización occidental tal como la conocemos. Y aquí les pongo uno de ellos, un momento clave de la historia de la televisión que usted verá por primera vez, si es insultantemente joven, o recordará, si es penosamente mayor como yo.

¡Salud!

La noticia de hoy es que ni el pato, ni la garza, ni, mucho menos, el pájaro carpintero tienen gripe. Yo tampoco, aunque me encuentro rara ¿estaré incubando algo o es mi estado natural?

Momentitos culturales 6: psicología animal

Un estudio reciente ha descubierto que los elefantes tienen memoria y desarrollan una especie de duelo por sus familiares muertos. Aunque esto último puede resultar sorprendente, lo de la memoria es más que sabido: vean este magnífico anuncio que así lo demuestra.

Mis dos pies izquierdos

En vista de mi penosa forma física, y ya que he dejado de engañarme con lo de "mañana voy a la piscina", decidí utilizar un sistema moderno y práctico para ejercitarme: la PlayStation, y su juego Eye Toy Kinetic. La idea era excelente: tendría un entrenador personal, sin la molestia de ir a un gimnasio, en los momentos libres y en la intimidad de mi hogar. Lamentablemente no tuve en cuenta un pequeño detalle: soy una de las tres personas con menos coordinación del mundo. No, por favor, no me suelten el rollo de que es cuestión de práctica y todo eso, ustedes no vieron mis patéticos intentos de seguir las instrucciones de un monigote animado, al que dediqué mis más cariñosos insultos (otra ventaja de hacer gimnasia con monitores virtuales). En fin, que terminé cansada, con un terrible dolor de espalda y con mi moral por los suelos. A partir de ahora, he decidido que sólo me humillaré con el Sing Star, pues aunque lo hago igualmente mal, al menos no me canso ni me hernio.
Image Hosted by ImageShack.us

En busca del tesoro






Después de un par de días introduciéndome en el apasionante mundo de los souvenirs, intentando elegir llaveros, tazas, ceniceros, carteras, juegos de baño, de té, de café, de licor y de sabe Dios qué más, me confieso completamente abrumada. Aunque he tratado de mantener cierta dignidad (ustedes ya conocen mi exquisito gusto), algún búho de cerámica con ribetes dorados, algún platito con repugnante escena typical galaica, alguna vaquita-palillero, alguna navaja-llavero han parado en mi cesta. Ustedes sabrán disculparme, pero al cabo de tres horas encerrada en una nave industrial, es normal que se pierdan reflejos y que el sensor de horteradas no funcione correctamente, pero les juro que fueron unos pequeños descuidos que apenas se notarán en el conjunto.

Una nueva dimensión

Desde ayer ya soy oficialmente una trabajadora autónoma: he entrado en un agujero negro fascinante, como pueden comprobar en esta maravillosa cuña que les pongo. No dejen de oírla, y comprenderán como me siento.


Powered by Castpost

Por cierto, no sé por qué demonios suena tan acelerado, pero ¿a qué le da un aire simpático? (digan que sí, por favor, que llevo horas intentando arreglarlo).