Adiós, carnaval, adiós

Un año más he conseguido pasar por los carnavales casi sin enterarme, bueno, excepto por lo de la comida (aclaración: en Galicia es típico comer por estas fechas unos platos especiales, lacón con grelos, orejas y filloas), así que no he pasado frío vestida de abeja Maya, no he sufrido empujones y burlas de bandadas de maleantes disfrazados de bailarinas y sobre todo no he oído a Georgie Dann cantando la insoportable "Carnaval, Carnaval, Carnaval te quiero", aunque sí he tenido que padecer las hordas de niñatos vestidos de mono (mono de obrero, no mono animal) tirando petardos a todas horas. Así que adiós a don Carnal, y bienvenida doña Cuaresma, que se ajusta más a mi carácter ya un poco agrio.

Por cierto, estos simpáticos viejecitos son en realidad muñecos: soy muy miope y bastante estúpida, así que no me di cuenta de que no eran de verdad hasta que estuve a su lado;les saqué esta foto con el móvil e inmediatamente después tropecé con un escalón y me caí ¿no les había dicho ya que era miope y estúpida?