El mundo contra Alvex

Para que vean como me divierto yo, les haré un pequeño resumen de mi semana:
el lunes, empecé luchando contra un blister de regalo de una botella de Martini, armada de cuchillo, tijeras, alicates y con la motosierra en stad-by, por si acaso.
El martes, al final de una laaarga jornada, a punto de marcharme para casa, me quedé encerrada en el cuarto de baño.Después de una hora de lucha, y base de fuerza bruta, logré salir, eso sí, dejando la puerta con el aspecto que les muestro abajo y de mis músculos no tengo imágenes, porque si no ya saben que se las ponía. Cuando llegué por fin a casa, cansada y sudorosa, me dispuse a tomar un albariño fresquito, pero el tapón se me resistió de tal manera que tuve que servirme el vino a gotas, a través de un agujerito mínimo que logré hacer tras ímprobos esfuerzos.
Y ayer por la noche cometí un sensible error: tras haber utilizado lo que yo creía que eran toallitas de bebé, comprobé con amargura que en realidad eran para la limpieza y desinfección del baño. Es que hay años que es mejor no levantarse.

Encadenadamente suya, Alvex

Mi amiga imaginaria Ce, perdón, quise decir ¿qué quise decir? ¿cibernética? pero es que esa palabra me suena a las películas de ciencia ficción de los 60, en los que los protagonistas vestían ajustados monos plateados, que digo yo qué clase de progreso era esa que supuestamente describían, y había que usar esa ropa tan incómoda como poco favorecedora. ¡Alvex, céntrate, por Dios!, a lo que íba,la mundialmente famosa Ce, desde su estupendo blog que desde ya les recomiendo, me manda encadenarme en una especie de psicoanálisis bloggero. Como soy educadita voy a tratar de cumplir en la medida de lo posible, pero que conste que:
a) todas las cadenas que me envían mueren en mí. Sí, ya sé, no me miren con esa cara de odio, probablemente eso sea la causa de todos los males de la humanidad porque sé que ustedes, los seguidores de las cadenas, siempre piden en sus deseos la paz mundial, el fin del hambre y la cura de todas las enfermedades. Los lapidadores, por favor formen en fila doble y esperen su turno
y b), probablemente ligado con a), mi despreciable carácter hace que me relacione con seres asociales que no practican la virtud del bloggeo, así que encadeno a todos aquellos que suelen visitar mi bitácora, que son pocos pero muy muy buenos,y que no voy a citar uno por uno por no eternizarme, o para no quedar en evidencia, una de las dos posibilidades.
Las reglas del jueguito, que yo me estoy pasando por el forro, son las siguientes:
1. Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.2. Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.3. Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blog.4. Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario - que han sido seleccionadas para este juego.
Y mis cositas son las siguientes:
1. He hecho tantos cambios en vida este último año que a veces pienso que soy parte del reparto de La Invasión de los Ladrones de Cuerpos
2. Estoy obsesionada con desarrollar mi inteligencia, y aunque sé que es una batalla perdida ("donde natura no da, Salamanca no presta"), me divierto intentándolo.
3. Cuando la torpeza decidió tomar cuerpo, la muy ?=)/&%$ decidió elegir el mío.
4. Me he hecho adicta al sushi, una adicción que por supuesto no me puedo permitir.
5. A veces, como Alicia, me siento caer y caer...
6. Sólo en los peores momentos de mi vida he dejado de canturrear en algún momento del día. Pero cada vez lo hago menos, algo que al mundo le alegrará y a mí me tiene un poquitín mosca. Por cierto, aunque canto menos, aquí cada vez hace peor tiempo, eh.
7. He desarrollado una extraña habilidad: si algún medicamente dice que es muy improbable que produzca un efecto secundario raro, a mí me lo producirá.
8. A pesar de todo, sigo creyendo en la bondad de la gente y se me hace difícil imaginar a alguien planificando estrategias para el mal.

Qué se le va a hacer

Los que me conocen ya saben de mis peculiaridade y los que no, ya es hora de que lo sepan: vale, bien, lo reconozco, me gusta Camilo Sesto. Qué quieren, una se crió en una época difícil.