Bitácora de Alvex

No es cierto que todos los niños sean seres puros y dignos de adoración: hay algunos verdaderamente ahogables, a los que ya desde pequeños se intuye el abominable adulto que lleva oculto en su interior, seres a los que incluso sus padres no soportan y procuran pasar el menor tiempo posible con ellos pero ¡ay!, el problema es que los dejan sueltos y vienen a mí, cual abejas a la miel. Y claro, como no es políticamente correcto abofetear infantes, termino somatizando esa energía reprimida, y aquí me tienen, un día me duele la garganta, al siguiente la mano, hoy la espalda me está matando...

En la misma plaza, tooodos los patinadores del mundo, hermanastros al parecer del músico anteriormente citado, demostrarán sus ¿habilidades? delante de tu puerta, desde las 8 de la mañana hasta las 6 de las A.M.; el tiempo que dejan libre es para que los camiones de limpieza puedan campar a sus anchas.

En una plaza de 10 Kms. cuadrados, el &%=? de "%#% del músico ambulante, sobre todo el que toca el instrumento más estridente, siempre se pondrá al lado de tu puerta.

La condición que ponen los ayuntamientos (bueno, al menos el ayuntamiento de mi ciudad) a los vehículos de los servicios de limpieza no es que cumplan eficazmente con las labores propias de su sexo y condición, sino que hagan mucho, mucho pero mucho mucho ruido.

Por si ustedes notaban una sensación de falta de sentido en su vida, como una extraña picazón a medio camino entre vacío existencial y gases, les pongo algo que sin duda terminará de una vez con todas con esa inquietud: la increíble canción Desconocido Vecino, perpetrada por Lucía Bosé, de cuya existencia (de la canción, que la mamma de Miguel Bosé es como de la famiglia) me enteré en el excelente programa No somos nadie.Todavía me pregunto como he podido vivir hasta hoy sin conocer esta maravilla.

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