Síganme los buenos

No dejo de admirarme ante esas personas que lo saben todo, que tienen opiniones tajantes sobre todo y que son dueños y administradores únicos de toda la verdad; como tales, pueden calificar a los que no opinan exactamente igual que ellos de ignorantes, atrasados o, incluso de sospechosos de. Además, suele ser gente que ni siquiera tiene que pensar ante un dilema: esto es así porque lo dice mi gente, los que piensan como yo, y de ahí no me apeo. Debe de ser tranquilizador estar tan por encima de los demás y no tener que mirar jamás los detalles nimios...