Metafísica pura

Cuando me miro al espejo, no puedo evitar preguntarme quién es esa persona que me mira desde el otro lado. Y lo mismo me ocurre cuando veo fugazmente mi reflejo en un escaparate: doy un respingo cada vez, porque no me reconozco pero ¡es alguien tan familiar... !
Pero sobre todo me intriga mi cara: ¿es realmente la que me corresponde? Es decir ¿es, como dicen, el reflejo de mi alma, o a mí me tocó la que sobraba? Porque además, mi cara es extraña (tranquilos, niños, no huyáis, no es tan extraña, no en ese sentido), no se parece demasiado a la de ninguno de mis parientes. Y ha cambiado mucho, especialmente en estos últimos años, con lo cual me pregunto ¿este cambio estaba previsto, o he hecho algo que haya modificado su evolución natural? ¿Yo soy yo o mi reflejo? ¿Debería cambiar mi medicación? ¿O lo que me ocurre es que salgo poco?