Paranoia eclíptica


Hoy he salido muy apresurada a observar el eclpse, armada con lo que creía era una protección adecuada, un cristal de soldador del 11. Terrible error: después he sabido que lo mínimo adecuado era uno del 14. Desde entonces vivo sin vivir en mí ¿qué me pasará? ¿lo pagarán mis ya sufridos ojos? Porque veo algo raro... bueno, es cierto que siempre veo algo raro (los que me conocéis ya sabéis la historia) pero además me duele la cabeza. Me tiemblan las manos. Me sudan las orejas. Creo que incluso me está saliendo una horrible mata de pelos en las manos. ¡Oh, cielos, creo que me estoy transformando en...en...algo!