The end of the world


Después de tres maravillosos meses de relax, se me acaba la buena vida: el lunes abro el chiringuito. Todavía tengo todo manga por hombro, no sé el precio de la mitad de las cosas, tengo las estanterías medio vacías y me paso el día perdiendo papeles que después tardo horas en encontrar (si hay suerte, porque hay cosas que todavía no sé dónde demonios estarán). Y lo peor son los ataques de llanto, el insomnio, el dolor de estómago, las náuseas... en fin, que espero llegar viva y sana a la apertura. Por favor, envíenme su energía positiva, pues la necesito a chorros.