Milagros, Inc

- Buenos días- La mujer que estaba frente a mí era una mujer de "mediana edad", enérgica, corpulenta, con un aspecto pulcro y profesional- Después de una cuidada selección, se ha decidido que es usted merecedora de nuestros servicios.
-¿Perdón?
- Mi nombre es Gabriela Serafín -me extendió una tarjeta que centelleaba al moverse- Pertenezco a una Empresa de muy alto nivel, el más alto nivel,diría yo, y nos dedicamos a modificar aspectos concretos de la vida de las personas para que puedan reencauzarla y redefinirla. Pero, al contario de otras empresas de la competencia, no nos dedicamos simplemente a dar asesoramiento o pautas de conducta, sino que nos implicamos personalmente en su realización.
- ¿¿Perdón??
La mujer suspiró levemente y me explicó:
- Hago milagros.
- Milagros. Ah, qué bien. Bueno, pero creo que no necesito ninguno, ya hago yo bastantes cada día.
- Pues a mí me parece que necesita alguno. -miraba con ojo crítico mi aspecto descuidado y la ajada entrada de mi casa.
-No. Muchas gracias. Verá, es tarde y tengo muchas cosas que hacer.
- Estoy segura de que usted necesita un milagro.Seguramente más, pero sólo podemos realizar uno por persona. Política de la Empresa . Nuestros técnicos en selección son muy precisos, y la eligieron a usted de entre una lista casi interminable de potenciales receptores de nuestros servicios.
- No quiero nada, ya se lo he dicho.
- Quizás piense que el precio sería prohibitivo, pero no se preocupe por ese aspecto: nuestra Empresa lo único que pide a cambio es que usted le haga un poco de publicidad. O sea, que nos alabe ante sus vecinos y amigos, que cante nuestras virtudes... marketing viral. Por ejemplo ¿no querría perder peso?. Eso siempre es muy llamativo. Yo sí querría- dijo, mientras se miraba con aire triste- Pero no se nos está permitido interactuar con nosotros mismos. Ya sabe, normas de la Empresa.
La miré con ojos asesinos.
- Estoy a punto de dejar a mi esposo. No tengo dinero. No tengo trabajo. Me van a echar de mi casa por no pagar el alquiler. Mi perro se mea en las alfombras. Afortunadamente, no tengo hijos, porque si los tuviera seguramente me maltratarían. ¿Y cree usted que me preocupa estar gorda?
- ¿Lo ve? Usted necesita mis servicios. Piénselo por un momento: si pudiera pedir una sola cosa ¿qué sería?
Cerré los ojos, resignada, y medité por un momento. Bueno ¿por qué no?
- Bailar.
- ¿Cómo?
- Querría bailar. Como en Mira quién baila, pero bien. ´
- ¿Ese sería su deseo? ¿De entre todos los posibles? No creo que vaya a cambiar su vida en nada. En realidad, ni siquiera creo que se le pueda definir como un milagro.
- Usted no me ha visto bailar ¿verdad?
Le hice una demostración. La mujer me miró y asintió.
- Bueno, si ese es su deseo, así sea. Si es tan amable de firmarme la aceptación de contrato y la hoja de servicio, daríamos por finalizada nuestra intervención.
- Pero ¿ya está?
- Sí, claro.
- ¿Y cómo sé que está hecho? Porque no veo nada milagroso en mí.
- Ya le adevertí que no iba a cambiar nada. El traje de lentejuelas no va incluído. Recuerde, un solo milagro, la po...
- Política de le Empresa, lo recuerdo. Pero ¿cómo sé que no me ha estafado?
- Simplemente, baile- Dijo, encogiéndose de hombros mientras ordenaba sus papeles.
Y empecé a bailar. Al principio tímidamente, pero después de los primeros pasos mis pies tomaron vida propia. Hice piruetas de danza clásica. Bailé rock, break dancing, tango, minueto. Bailé el kasachock y los pajaritos. Bailando le firmé los papeles, bailando entré en casa. Bailando dejé a mi marido y me dediqué a ir a los clubs de jubilados y a bodas y banquetes, y conseguí ganarme la vida. Encontré un nuevo marido (en paz descanse), un bailarín compulsivo como yo, con el que recorrí el mundo ganando concursos de baile de salón. Mi vida a partir de entonces fue muy divertida, aunque debo reconocer que ahora, tras veinte años bailando sin parar, estoy un poco cansada, pero no lo puedo evitar: oigo un poco de música y se me van los pies. Alabada sea la Empresa.

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    # by CeL - 1:14 p. m.

    Jajajaja que bonita historia, mi enhorabuena como siempre jajaj hale a bailaarrr. Besos

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    # by Alvex - 3:46 p. m.

    Bailarrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!
    (Ojalá pudiera, a mí no me vino el comercial a la puerta) ;)
    Gracias y besos.

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    # by Pilar Arranz - 11:57 a. m.

    Jajajajajajajajajaja......... ¿Dónde hay que firmar? jajajajaajajajaja..... ¡yo también quiero!
    Lo malo es que a estos "vendedores" les cerraría la puerta en las narices y no llegaría a enterarme de nada............ ¿será posible que ya hayan llamado a mi puerta y yo no respondí?...........jajajajajaja....

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    # by Alvex - 12:14 p. m.

    Probablemente te hayan llamado alguna vez, y tú creías que te querían vender una enciclopedia. Pero tranquila, que son como los carteros: siempre llaman dos veces. O más.
    Besos, Pilar.